viernes, 21 de diciembre de 2012

13.0.0.0.0



A pleasure to start the long count with each of you, many lives have passed, a lot of history and human evolution, many discoveries to get to this point together, thanks to the indigenous brothers and sisters past and present, researchers and colleagues and all those who are and those who were and still part of this change!

This moment is one in many lifetimes
The path is open to new discoveries!
All the best

The Mayanist

Un placer el iniciar la cuenta larga con cada uno de ustedes, muchas existencias han pasado, mucha historia y evolución humana, muchos descubrimientos para llegar hasta este punto de partida juntos, gracias a los hermanos y hermanas indígenas pasados y presentes, a los investigadores y colegas y a todos los que están y a los que fueron y siguen siendo parte de este cambio!

Este momento es  uno en muchas vidas
¡El camino se abrió a nuevos descubrimientos!

Todo lo mejor

El Mayista 


jueves, 20 de diciembre de 2012

viernes, 14 de diciembre de 2012

Conferencias sobre el Jaguar Maya: "El Jaguar en Yucatán" y "El Jaguar de los Mayas" 17 de diciembre 2012 UADY





A los interesados en el tema del Jaguar como especie en Yucatán y la representación cosmológica para los Mayas espero tengan la oportunidad de asistir.

Saludos.

El Mayista


To those interested in the subject of  the Jaguar as a species in Yucatan and the cosmological representation to the Mayan culture, hope to you have the opportunity to attend.

Greetings.

the Mayanist



lunes, 10 de diciembre de 2012

Consejo Estatal de Mujeres de Quintana Roo presenta:Popol Vuh infantil





A pesar de que la obra no la hemos revisado, siempre es grato el saber que los niños tengan en sus manos un incentivo que los acerque a la cultura Maya, a sus raíces y a su cosmología.

Espero puedan asistir y sea de su agrado este 13 de Diciembre.

sábado, 8 de diciembre de 2012

EMC (European Maya Conference - Conferencia Maya Europea) Helsinki 2012






The 17th European Maya Conference is co-organized by the University of Helsinki (Department of World Cultures) and Wayeb (European Association of Mayanists), and will be held from December 9th to 15th, 2012 in Helsinki, Finland. The conference is initiated by workshops (December 9th-12th), followed by a day off between the workshops and the symposium (December 13th, with extracurricular activities including a visit to the Maya III: Life, Death, Time exhibition at the Didrichsen Art Museum in Helsinki), and finally a two-day long symposium on the 14th and 15th of December.


The theme of this year's conference is:
On Methods:
How we know what we think we know about the Maya
.

The theme of the conference differs from the customary, concentrating on the processes of scientific investigation, rather than on the end results of research. Consequently, the conference deals with methodological issues, challenges in interdisciplinary research, questions that rise in the liminal area between disciplines, as well as experimental and cutting-edge disciplinary research.

The conference is not intended to be a showcase of different sub-disciplines (and their methods) in Maya Studies but, rather, a platform where scholars from different branches of learning will discuss the premises of scientific knowledge and expose the processes and methods of their work – rather than merely the outcome of research. We think this would be beneficial for students and scholars alike (and even for people coming from totally different fields altogether). We rarely question the basic premises and foundations in our fields – and we do not talk about methods and their importance often enough – but when we do, we also get significant results. Not too long ago the ancient Maya lived in “peaceful theocratic society, not engaging themselves in wars and not writing about earthly affairs”. However, few questioned these premises at the time.

Also, although multidisciplinary and interdisciplinary research seem to predominate in the modern academic world today, we rarely question and examine the processes used in these studies. For example, do we really know how to combine different fields so that we do not fall into a methodological trap by using the methods and research results of the fields that best suit our analyses each time – without checking what the internal logic of each (sub)field is – and what its methodological assumptions are? Consequently, the idea of the conference is that people from different disciplines discuss the processes involved in their studies (whether they are disciplinary or interdisciplinary) and expose these to the audience for further discussion.

The speakers of the conference include:

  • Michael Coe (Yale University, keynote speaker and the recipient of the Wayeb Award)
  • Dmitri Beliaev & Albert Davletshin (Russian State University for the Humanities)
  • Jesús Carretero Pérez (Universidad Carlos III de Madrid) & José Luis González (Information Technology Laboratory Center of Research and Advanced Studies of the National Polytechnic Institute (CINVESTAV) Ciudad Victoria, Mexico)
  • Elizabeth Graham (University College London)
  • Daniel Graña-Behrens (University of Frankfurt)
  • Sven Gronemeyer (La Trobe University)
  • Nikolai Grube (University of Bonn)
  • John S. Henderson (Cornell University) & Kathryn M. Hudson (University at Buffalo)
  • John Hoopes (University of Kansas)
  • Kerry Hull (Reitaku University)
  • Harri Kettunen (University of Helsinki)
  • Milan Kováč (Instituto Eslovaco de Arqueología e Historia)
  • Felix A. Kupprat (UNAM)
  • Alfonso Lacadena (Universidad Complutense de Madrid)
  • Simon Martin (University of Pennsylvania Museum)
  • Peter Mathews (La Trobe University)
  • Romelia Mo' Isem (Guatemala)
  • Shawn Gregory Morton, Meaghan Peuramaki-Brown, Peter C. Dawson & Jeffrey D. Seibert (University of Calgary)
  • Alexander Safronov (Lomonosov Moscow State University)
  • Rogelio Valencia Rivera (Centro Knorosov-Xcaret; Universidad Veracruzana, Xalapa)
  • Gabriel Wrobel (Michigan State University)
  • Eriko Yamasaki (University of Bonn)
  • Marc Zender (Tulane University)


Click on the image to read the program and workshops:





I hope you have the opportunity to attend.
The Mayanist

* Para traducir el contenido de esta página buscar la siguiente barra de traducción del lado derecho


lunes, 26 de noviembre de 2012

K'abel Tomb of Maya queen discovered in Guatemala


K'abel Tomb of Maya queen discovered in Guatemala

 The Mayanist like to congratulate Dr. Freidel and team for such discovery. 

Credit: El Peru Waka Regional Archaeological Project


WUSTL archaeologist David Freidel, PhD, professor of anthropology in Arts & Sciences, was part of a team that discovered the tomb of Lady K'abel, a seventh-century Maya Holy Snake Lord considered one of great queens of Classic Maya civilization.

 

 
Photo: Juan Carlos Perez 

sábado, 24 de noviembre de 2012

Edición 118 de Arqueología Mexicana, El Calendario Maya

La edición 118 de la revista Arqueología Mexicana esta dedicada a la cultura Maya con el título El Calendario Maya.
Saludos.
El Mayista


Índice de la revista con temas Mayas:


La maquina del tiempo: la cuenta larga
Los ciclos de la Luna y de Venus
Astronomía y arqueología
Los "días baldíos" y el tiempo indígena


Además



Nuevos hallazgos en el Templo Mayor
El huexólotl y totolin, alimento sagrado
El oro de Colombia
Ixcateopan, Guerrero











Los calendarios mayas
Una introducción general

Carlos Pallán Gayol


En la tabla de Marte hay un ciclo sinódico representado mediante 10 intervalos de 78 días (780 días) equivalentes a tres ciclos de 260 días. Tabla de Marte (detalle). Códice de Dresde, p. 45.
Foto:
© Sächsische Landesbibliothek-Staats-und Universitätsbibliothek Dresden (SLUB)

Lo que llamamos “calendario maya” representa en realidad un amplio sistema calendárico, compuesto de un conjunto de ciclos distintos aunque íntimamente entrelazados, cada uno con sus propios propósitos rituales, astronómicos, agrícolas o de otro orden. El calendario maya no puede considerarse un ente homogéneo, pues durante sus largos siglos de historia no estuvo exento de todo tipo de reformas, innovaciones, variaciones e idiosincrasias emanadas de las distintas tradiciones regionales.

Esteaño de 2012, el interés internacional se ha volcado sobre el calendario maya. En México y Centroamérica, donde se resguarda lo más vital del patrimonio maya, tal fenómeno cobra un significado especial. Factores de este tipo requieren de los investigadores y estudiosos un esfuerzo adicional de divulgación, a fin de tornar accesible el conocimiento sobre los últimos avances y hallazgos más allá de los círculos académicos, de tal forma que permita alcanzar a sectores más amplios de la sociedad.
Lo que llamamos “calendario maya” representa en realidad un amplio sistema calendárico, compuesto de un conjunto de ciclos distintos aunque íntimamente entrelazados, cada uno con sus propios propósitos rituales, astronómicos, agrícolas o de otro orden. De éstos, entre los más importantes y de uso más difundido figuran la cuenta larga (*tziikhaab’ o “cuenta del tiempo”), el ciclo de 260 días (tzolk’in), el ciclo de 365 días (*haab’) y la serie lunar. A partir de ciclos básicos como éstos se derivaban otros, no necesariamente distintos, sino también resultado del entrelazamiento de los anteriores entre sí o con otros, o bien de su reducción o simplificación. Tal es el caso de la llamada rueda calendárica de 52 años, o bien la rueda de los k’atunes (o ciclo k’atúnico) de 256 años, ampliamente usada en sitios de Campeche y Yucatán desde el Clásico Terminal hasta la época colonial, aunque con antecedentes en sitios del Clásico como Copán y Pomoná. También aquí cabría considerar a los distintos sistemas de “portadores del año”, empleados no sólo en la región maya a lo largo de los siglos, sino también entre culturas del Altiplano Central, Oaxaca, Veracruz, Chiapas y otras regiones. Junto con los anteriores –por lo demás comunes a otras grandes tradiciones mesoamericanas– destaca una sucesión de nueve días asociada por J. E. S. Thompson y otros investigadores –quizá erróneamente– con los “nueve señores de la noche”, idea más propia del Altiplano Central mexicano para el Posclásico Tardío (1250-1521 d.C.). Adicionalmente, los mayas emplearon un amplio número de ciclos de carácter más circunscrito geográfica o cronológicamente. Entre éstos: el ciclo de 819 días preferido por ciudades como Palenque, Yaxchilán y Copán; el ciclo sinódico venusino de 584 días; el de Marte, estimado en 780 días, o bien, los grandes intervalos de eclipses discutidos por el astrónomo Charles H. Smiley, que equivalían a multiplicar 36 veces el ciclo de 260 días (9 360 días) o más frecuentemente, 46 veces (11 960 días).

TEXTO COMPLETO EN LA EDICIÓN IMPRESA



La cuenta larga y la máquina del tiempo
Guillermo Bernal Romero



La Estela C de Tres Zapotes, Veracruz, muestra la fecha de cuenta larga 7.16.6.16.18, 6 etz’nab, 1 woh, equivalente a 5 de septiembre de 32 a.C. Matthew W. Stirling, quien descubrió el fragmento inferior del monumento, basándose en el texto calendárico, al que faltaba el numeral de los 7 b’ak’unes, reconstruyó esa cuenta larga. Cuando se encontró el fragmento superior de la estela, se confirmó que la reconstrucción de la cuenta larga era correcta. Estela C de Tres Zapotes, Veracruz, parte inferior. MNA.
Foto:
Agustín Uzárraga / Raíces.

En estas páginas se hablará del “calendario maya”, no como una asignación de origen de dicho elemento cultural, sino como el resultado histórico de la asimilación y desarrollo que los mayas hicieron de él. La cuenta larga es un cómputo lineal y continuo de días transcurridos a partir de una llamada fecha era. La cuenta larga es una especie de “supercarretera del tiempo” cuyo trayecto infinito es recorrida por ciclos que, como ruedas dentadas, giran armónicamente engranadas.
 
Olmecas y mayas: los creadores del sistema y sus herederos

Durante el siglo I a.C., los olmecas tardíos o “epi-olmecas” articularon el sistema calendárico integral de cuenta larga (cl) y rueda calendárica (rc), sustentado en una base vigesimal y un esquema de notación posicional. La implementación de este último recurso requirió de una extraordinaria invención: la del valor “cero”. La creación de este sistema es uno de los logros intelectuales más notables de la historia mesoamericana. Las primeras fechas de cuenta larga fueron registradas en la Estela 2 de Chiapa de Corzo, Chiapas (36 a.C.), y en la Estela C de Tres Zapotes, Veracruz (32 a.C.). Más tardías son las labradas en la Estela de La Mojarra, Veracruz (156 d.C.) y la Estatuilla de Tuxtla, Veracruz (162 d.C.).

Durante el siglo III d.C., los mayas adoptaron el sistema calendárico olmeca. La inscripción de cuenta larga más antigua de la región maya fue labrada en la Estela 29 de Tikal, Guatemala (292 d.C.). De manera gradual, durante el periodo Clásico (250-900 d.C.) los mayas desarrollaron la estructura calendárica olmeca e integraron en ella nuevos periodos rituales y astronómicos, tales como la serie lunar y los ciclos de 9, 7 y 819 días. Además, formularon nuevos ciclos de muy larga duración que les permitieron calcular fechas hacia tiempos pretéritos lejanos, míticos, e incluso hacia el futuro. El sabio inglés John Eric Thompson, quien hizo notables contribuciones al conocimiento de la mecánica del calendario, no aceptó, en principio, que el sistema de cuenta larga tuviese un origen ajeno a la cultura maya. Cuestionó la reconstrucción de la fecha de cuenta larga –durante algún tiempo incompleta– de la Estela C de Tres Zapotes, propuesta por su descubridor, Matthew W. Stirling. El hallazgo posterior del fragmento faltante confirmó que este último estaba en lo correcto.
En estas páginas hablaremos del “calendario maya”, no como una asignación de origen de dicho elemento cultural, sino como el resultado histórico de la asimilación y desarrollo que los mayas hicieron de él.

La fecha era

Como todo sistema cronométrico de larga duración, el calendario maya tiene un punto de inicio, una fecha era o “día 0”. Ese día inicial es 13.0.0.0.0, 4 ajaw, 8 kumk’u, que en términos del sistema calendárico juliano equivale al 8 de septiembre de 3114 a.C. Cabe señalar que el factor de correlación o equivalencia entre las fechas mayas y las nuestras (584,285 días) fue establecida por J. Goodman, J. Martínez y J. E. Thompson (correlación gmt).


TEXTO COMPLETO EN LA EDICIÓN IMPRESA


Los ciclos lunares
y el calendario maya

Stanislaw Iwaniszewski



Una de las formas de los mayas para computar el tiempo consistió en contar las lunas. El mes lunar iniciaba con la primera aparición de la Luna creciente en el cielo vespertino y duraba hasta el momento de su desaparición, lo que ocurría en un poco más de 29.53 días. Glifo C de la serie lunar. Palenque, Chiapas. MNA.
Foto: Jorge Pérez de Lara / Raíces

No existe evidencia alguna de que los mayas antiguos utilizaran un calendario formal basado en las fases de la Luna, a la manera de los chinos, sumerios, babilonios o hebreos antiguos. Sin embargo, durante el Clásico los mayas emplearon un complejo sistema de contar los meses lunares asociado a las fechas escritas en la llamada cuenta larga. Ideada ésta para calcular y representar el tiempo, los mayas pronto se dieron cuenta de que el mismo sistema podía servir para los cálculos astronómicos.
 
Cuando los primeros españoles llegaron a la península de Yucatán, observaron que los mayas contaban el tiempo utilizando el ciclo de las fases lunares. En su Relación de las cosas de Yucatán el obispo Diego de Landa notó que:
Tienen su año perfecto como el nuestro, de 365 días y 6 horas. Divídenlo en dos maneras de meses, los unos de a 30 días que se llaman u’, que quiere decir luna, la cual contaban desde que salía hasta que no parecía. Otra manera de meses tenía de a 20 días, a los cuales llaman winal jun ek’eh.
La información que recogió Landa indica que los mayas tuvieron dos maneras de contar el tiempo. Primero, los mayas de Yucatán utilizaron el concepto del año para medir el tiempo. El año común o civil conocido como haab’, constaba de 365 días y se dividía en 18 periodos de 20 días cada uno, más los 5 días agregados al final del año. Los periodos de 20 días fueron llamados winal jun ek’eh. Su significado no está muy claro, aunque según los diccionarios coloniales la palabra winal se traduce como el “mes antiguo de 20 días” y la palabra jun como “uno, una vez”.
La otra manera consistió en contar las lunas. El mes lunar conocido como u’, o uh, “Luna” en maya yucateco, iniciaba con la primera aparición de la Luna creciente en el cielo vespertino y duraba hasta el momento de su desaparición. Igual que muchos pueblos norteamericanos, los mayas de Yucatán contaban las lunas visibles de un ciclo, sin prestar mucha atención a los periodos de su invisibilidad. Los meses lunares se contaban desde la primera aparición de la Luna creciente en el cielo vespertino hasta la siguiente, por lo tanto esta definición se acerca al concepto moderno del mes sinódico, que describe el ciclo de las fases de la Luna. Su duración es de poco más de 29.53 días.

Las series lunares entre los mayas
No existe evidencia alguna de que los mayas antiguos utilizaran un calendario formal basado en las fases de la Luna, a la manera de los chinos, sumerios, babilonios o hebreos antiguos. Sin embargo, durante el Clásico (250-900 d.C.) los mayas emplearon un complejo sistema de contar los meses lunares asociado a las fechas escritas en la llamada cuenta larga.




TEXTO COMPLETO EN LA EDICIÓN IMPRESA


Mayapán y el tránsito
de Venus de 2012

Jesús Galindo Trejo


El edificio principal de Mayapán es el Castillo, muy semejante a su homónimo de Chichén Itzá: tiene nueve cuerpos constructivos, cuatro escalinatas y también se puede admirar la llamada serpiente luminosa, hierofanía solar que ocurre, en su escalinata norte, durante la puesta del Sol en el solsticio de invierno.
Foto: Marco Antonio Pacheco / Raíces

Los mayas fueron minuciosos observadores del firmamento y mostraron gran maestría en el registro del tiempo. Su arte pictórico y arquitectónico manifiestan su extraordinaria perspicacia como observadores de la naturaleza. Muchos de sus conceptos religiosos reflejaron la importancia que asignaron a las deidades representadas por los cuerpos celestes.
 
Recientemente fuimos testigos de uno de los fenómenos astronómicos más espectaculares que los sacerdote-astrónomos mayas pudieron haber observado. Al conjugarse simultáneamente dos de los astros más venerados por los pueblos mesoamericanos, ese fenómeno celeste representó un hecho que requirió no sólo de la atención esmerada de los acuciosos observadores mayas, sino también de algún ritual propiciatorio para obtener el favor de las dos deidades fundamentales en el panteón maya: el Sol y Venus. 

Hacia el año 1996 arqueólogos del INAH descubrieron en Mayapán, Yucatán –la última gran urbe antes del contacto con los europeos–, un mural policromo de obvio significado astronómico: ocho paneles rectangulares, en el centro de cada uno de los cuales se plasmó un gran disco solar con un personaje en posición descendente en su interior. Otros dos personajes armados flanquean cada disco. Dos veces al año, el 9 de abril y el 2 de septiembre, los rayos solares iluminan lateralmente a los soles del lado sur del muro pintado. Tales fechas a lo largo de varios milenios fueron excepcionalmente importantes en la práctica de orientación de las grandes estructuras arquitectónicas mesoamericanas. Esas fechas dividen el año solar en cuentas de días que se expresan como múltiplos de 73 días. Este número es de gran significado porque cierra la relación numérica entre los calendarios solar y ritual mesoamericanos. El periodo sinódico de Venus de 584 días puede obtenerse acumulando ocho veces 73. Este importante periodo venusino aparece registrado en el Códice de Dresde

La pirámide principal de Mayapán se conoce como el Castillo y es semejante a su homónima en Chichén Itzá, posee nueve cuerpos, cuatro escalinatas y también se puede admirar la hierofanía solar en su escalinata norte, donde se forma una serpiente luminosa en el ocaso del solsticio de invierno. Mayapán, según el cronista franciscano fray Diego de Landa, fue fundada por Kukulcán, quien venía del Altiplano Central y después de algunos años regresó a él. Esta deidad, que es la misma que Quetzalcóatl, es Venus como estrella de la mañana. La evidente presencia simbólica de Venus en Mayapán, así como la manifiesta representación del Sol en el mural, nos sugirió la posibilidad de que la pintura fuera una evocación precisamente de un tránsito de Venus por el disco solar. En todo caso, en 1152 y 1275 fueron observables desde Mayapán dos tránsitos de Venus en el momento de la puesta solar.


TEXTO COMPLETO EN LA EDICIÓN IMPRESA


Orientaciones en la arquitectura maya
Astronomía, calendario y agricultura

Pedro Francisco Sánchez Nava, Ivan Šprajc




El Sol saliente sobre la crestería del Templo I de Tikal, Guatemala. La observación fue hecha el 21 de septiembre de 2011 desde el santuario superior del Templo III. En la tarde del mismo día, pero observando desde el santuario superior del Templo I, el Sol descendiente se alinea con la crestería del Templo III.
Foto: Dieter Richter

Es sabido que los templos, palacios y demás edificios importantes que construyeron los mayas y otros pueblos mesoamericanos fueron regularmente orientados hacia las salidas y puestas de algunos astros, ante todo del Sol en ciertas fechas del año. Investigaciones recientes han permitido avances notables en la comprensión de las orientaciones, revelando que su función astronómica estaba estrechamente vinculada con el sistema calendárico: los alineamientos relacionados con el Sol permitían el manejo de calendarios observacionales, compuestos por intervalos fácilmente manejables mediante el calendario formal y muy probablemente destinados a facilitar la programación de las actividades agrícolas y los rituales asociados en el ciclo anual. También se ha descubierto que algunas ideas anteriores, aunque muy difundidas, carecen de sustento.
 
En un estudio sistemático que realizamos recientemente, efectuando mediciones precisas en campo y adoptando una metodología más rigurosa que las empleadas en investigaciones anteriores, hemos obtenido datos confiables para 271 orientaciones en 87 sitios arqueológicos en las Tierras Bajas Mayas. Los resultados de nuestros análisis indican que las orientaciones de los edificios cívicos y ceremoniales eran astronómicamente funcionales, ante todo o exclusivamente, en dirección este-oeste. Aunque es muy probable que algunas se refieran a los extremos de Venus o de la Luna, o incluso a algunas estrellas, en su gran mayoría pueden relacionarse con las salidas y puestas del Sol en ciertas fechas. 

Los histogramas que elaboramos muestran que la distribución de esas fechas en el año no es uniforme, sino que manifiesta concentraciones particularmente pronunciadas en cuatro épocas, que con mucha probabilidad pueden explicarse en términos del ciclo agrícola, ya que corresponden a la preparación de los campos de cultivo, el inicio de la época de lluvias y de la siembra del maíz, la aparición de mazorcas tiernas (elotes) y la época de la cosecha.

 El hecho de que las fechas de salida del Sol caigan predominantemente en otoño e invierno y las de su puesta en primavera y verano se debe a la prevaleciente desviación de los alineamientos en el sentido de las manecillas de reloj respecto a los rumbos cardinales (al sur del este o, visto de otra manera, al norte del oeste), tendencia muy común en Mesoamérica, cuyos orígenes han de buscarse en el simbolismo relacionado con los rumbos del universo. Por otra parte, al analizar la distribución de las orientaciones solares, detectamos que las fechas que señala un edificio particular en el horizonte este u oeste tienden a estar separadas por intervalos que son múltiplos de 13 o de 20 días.


TEXTO COMPLETO EN LA EDICIÓN IMPRESA



El tiempo mítico
en los códices mayas

Gabrielle Vail




En la mayoría de almanaques y tablas de cómputo del tiempo mayas hay textos que se relacionan con imágenes de seres que pueden identificarse con alguna deidad o k’uh. Aquí se ve a tres deidades o k’uh. Códice Madrid, p. 83.  

Reprografía: Tomada de Codex Tro-Cortesianus (Codex Madrid), 1967. M.A.P. / Raíces


Se sabe desde tiempo atrás que los códices mayas contienen importante información sobre los rituales, la astronomía y la adivinación. Abordamos ahora un nuevo nivel de significado, que vincula el mundo maya del Posclásico con las hazañas y proezas de divinidades y seres sobrenaturales, que se remontan al principio de los tiempos.
 
Las escenas mitológicas son un elemento común en la cerámica pintada maya del periodo Clásico Tardío (ca. 600-900 d.C.); de igual manera, al esculpir inscripciones en los monumentos, los escribas del Clásico asociaban con frecuencia acontecimientos contemporáneos, como el ascenso de un gobernante, con otros similares de los tiempos míticos, en los cuales participaron las deidades patronas del sitio. 

Se sabe menos sobre el contenido mítico de los códices mayas, libros de papel, plegados y pintados en corteza de amate. Todos los códices mayas que se conservaron corresponden al Posclásico Tardío, y muy probablemente son uno o dos siglos anteriores a la conquista española de la península de Yucatán, que comenzó a principios del siglo XVI. Aunque en casi todos los almanaques y tablas de cómputo mayas vemos imágenes de seres que pueden identificarse textualmente como alguna deidad o k’uh, se ha prestado poca atención a los componentes probablemente míticos de esos códices. Esto resulta extraño, dado que hay numerosas referencias a la fecha 4 ahaw, 8 kumk’u, que corresponde a agosto de 3114 a.C., y es también la fecha mitológica con la cual comienza el ciclo de cuenta larga del calendario que aún rige. Varias generaciones de investigadores han interpretado esas referencias como puramente calendáricas, utilizadas para calcular las fechas que caen en el tiempo histórico que corresponde a los escribas que realizaron esas obras, en lugar de atribuirles un significado mitológico.
Desde hace mucho tiempo se ha reconocido, sin embargo, que los códices tuvieron usos diversos, por ejemplo, adivinatorios, para planear actividades de subsistencia y las ceremonias asociadas a ellas, para consignar fenómenos astrológicos. 


Desde principios del siglo XX se reconoció que los almanaques tenían un enfoque claramente ritual o ceremonial; se advierte en ellos un buen número de elementos distintivos: la presentación de ofrendas, la quema de incienso, el uso de parafernalia ritual –sonajas y bastones– y el sacrificio –sangrado de las orejas, lengua y genitales incluidos. 



TEXTO COMPLETO EN LA EDICIÓN IMPRESA

Conferencia: Realidad o Mito: En vísperas del 13 B´aktún


Conferencia en Guatemala
28 de Noviembre
Conferencia: Realidad o Mito: En vísperas del 13 B´aktún






jueves, 25 de octubre de 2012

New Mayan animation for Kids / Nueva animación Maya para Niños





Channel 22 in Mexico showed the First chapter in an ongoing animated series about mayan myths and cosmology, this is obviously an interpretation graphically speaking about the characters and animations, it contain aggressive scenes so it may not be proper for all children specially the young ones.

Schedule:

Monday - Friday 3:28PM and 4PM
Saturdays: 3:30PM

Canal 22 México inició el primer capitulo de una serie acerca de los mitos y cosmología Maya , obviamente este se basa en la interpretación gráfica de los personajes y animaciones, contiene escenas agresivas por lo que el contenido no será propio para todos los niños especialmente los niños pequeños.

Horarios:

De lunes a viernes a las 3:28  y 4 de la tarde.
Sábado 3:30 de la tarde.





Here the 1rst chapter English subtitled:     /    Aquí el 1er capitulo subtitulado al Inglés






domingo, 1 de julio de 2012

MUNDO MAYA Esplendor de una cultura

 MUNDO MAYA
Esplendor de una cultura




 ÍNDICE 44
Mundo maya (presentación) Lítica
Comercio Clásico Temprano
Fauna Disco, Chinkultic
  

 MUNDO MAYA
(Presentación)





 Foto: Jorge Pérez de Lara / Raíces
 Vaso decorado con un cormorán. Dzibanché, Quintana Roo.
Clásico Tardío. Centro INAH Quintana Roo. 


En memoria de Enrique Nalda, amigo y maestro
 
No cabe duda que la maya es una de las culturas que más atrae la atención de investigadores e interesados en la historia prehispánica. En cierta parte es así porque como pocas en estos lares, la cultura maya evoca la idea de grandes ciudades perdidas en la selva, pero también porque en su conjunto representa uno de los desarrollos más extensos y complejos de su tiempo, que se remonta a unos 1 000 años antes de Cristo, si se toma en cuenta la aparición de los rasgos que la definen, o a un poco más de 10 000 años, si se considera la antigüedad de los primeros pobladores en la región. Como sea, de esa larga historia ha quedado un cúmulo de vestigios de tal magnitud y riqueza, que no es exagerado señalar que estamos ante uno de los mayores tesoros arqueológicos del mundo. Se trata de un universo que comprende miles de sitios, la gran mayoría aún sin explorar, y una gran cantidad de edificios, esculturas, objetos de lujo, herramientas, etc. Durante décadas y décadas, una multitud de arqueólogos y otros especialistas se han afanado en comprender el significado de cada uno de esos vestigios, y ahora se cuenta con una visión razonablemente amplia sobre la historia los antiguos mayas, si bien aún queda mucho por descubrir e investigar.
Arqueología Mexicana ha sido testigo de los avances en el conocimiento sobre la cultura maya. Hemos dado cuenta del transcurso de las investigaciones en sitios como Palenque (Chiapas), Dzibanché (Quintana Roo) y Calakmul (Campeche), por citar algunos, y se han publicado gran cantidad de dosiers dedicados a distintos aspectos de esa cultura.
En este número ofrecemos una visión global sobre el mundo maya que permita a nuestros lectores darse una idea cabal de su profundidad histórica y su riqueza. La edición consta de tres tipos de información: la primera está conformada por un cronograma y una serie de mapas por época, presentados en orden cronológico; en esos mapas se muestran los sitios más relevantes por cada periodo, acompañados de una breve descripción.

 Texto completo en la edición impresa



 COMERCIO


 


 Fue una actividad fundamental en la economía y la organización política de los mayas. La diversidad ecológica del área favoreció el surgimiento de una extensa red comercial que permitía el intercambio de todo tipo de productos, que iban desde alimentos y materiales y objetos necesarios para la vida cotidiana hasta bienes de uso exclusivo de la elite. Los mercaderes mayas comerciaban con más de un centenar de productos, desde el maíz y las frutas que circulaban en los mercados locales hasta la obsidiana, la piedra verde y los ornamentos de oro que llegaban de tierras distantes. Los mayas del norte de Yucatán exportaban productos a la costa del Golfo, a las Tierras Bajas mayas del sur, a Belice y a Honduras, y entre ellos los principales fueron la sal y las mantas de algodón, pero también miel y cera, copal, achiote, productos agrícolas, esclavos y pedernal (de la serranía del Puuc). En cambio, del sur importaban obsidiana, piedra verde, cacao, pedernal café de Belice, artefactos de cobre y oro, cerámica de pasta fina, manos y metates de basalto, y materiales más exóticos, como turquesa, serpentina, condimentos, etc. En el norte de Yucatán era escasa la producción de cacao y por consiguiente éste se importaba de Tabasco, Belice y Honduras, las principales regiones productoras.


  Texto completo en la edición impresa


FAUNA


 Foto: Marco Antonio Pacheco / Raíces

 Pavo. Jaina, Campeche. Clásico Tardío. MNA.

 
 Los animales tuvieron un papel muy importante entre los mayas prehispánicos; lo mismo se les ve como parte de disfraces en grandes ceremonias, como en los murales de Bonampak, que, en los códices, formando parte de seres mitológicos como Itzamnaaj, que tiene cuerpo de caimán y partes de serpiente. Un dios con atributos de mono fue el dios de los artesanos y un conejo aparece en las escenas pintadas en vasos de cerámica como un escriba. Aves mitológicas forman parte del tocado de los dioses o están paradas sobre éste, como la que está en el sombrero del dios L, dios del comercio. El conejo además es un animal astuto y burlón, que le roba las ropas a un dios viejo parecido a Itzamnaaj, quien gime para que se las devuelva, mientras el conejo está parado y sostiene la ropa en una mano. Los pavos y los venados formaron parte importante de la dieta maya; en un plato de cerámica se ve a hombres, disfrazados de venados, que cazan venados tirándoles con cerbatanas. En la mitología maya, los Héroes Gemelos derrotan a Vucub Caquix, el ave del inframundo, matándola con tiros de cerbatana. Un caimán representa a la Tierra y el caparazón de una tortuga, de donde nace el dios del maíz, la superficie terrestre. Un atributo de los señores mayas era su capacidad para transformarse en animales que eran muy fuertes, como los jaguares, o que volaban muy alto, como las águilas.


 
  Texto completo en la edición impresa



LÍTICA



 Foto: Marco Antonio Pacheco / Raíces

 Excéntrico. Pomoná,
Tabasco. Clásico. Pedernal.
Museo de Sitio de Pomoná.



 Bajo este término se agrupan los objetos fabricados con materiales como jade, pedernal y, principalmente, obsidiana. Con pedernal y obsidiana los mayas fabricaron los instrumentos que les permitían resolver toda clase de situaciones –en las que fuera necesario cortar, desbastar, raspar, entre muchas otras–, como cuchillos, navajas, raspadores, hachas, etc. Así, esos materiales se utilizaban esencialmente para fabricar herramientas para la vida cotidiana, pero también para elaborar armas punzocortantes. Debido a su gran utilidad, desde épocas muy tempranas la obsidiana fue un bien bastante apreciado entre los mayas y el factor para el surgimiento de una red de comercio que llevaba la obsidiana desde las fuentes situadas en Guatemala y el Centro de México hasta las Tierras Bajas. A esos materiales también se les atribuía valores simbólicos y se elaboraban objetos como los excéntricos y cuchillos para el sacrificio, entre otros.




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CLÁSICO TEMPRANO





Foto: Jorge Pérez de Lara / Raíces

 Vaso. Dzibanché, Quintana Roo.
Museo Casa del Teniente del Rey, Campeche





Clásico Temprano
(250-600 d.C.)
La caída de los grandes centros del Preclásico Tardío parece haber estado asociada al crecimiento de lugares como Tikal y Calakmul, los cuales se convirtieron en ciudades de gran tamaño –con una complicada organización política encabezada por poderosas dinastías–, que dominaban territorios con poblaciones de distintos tamaños. Para este momento, la escritura y el sistema de registro calendárico llamado de cuenta larga estaban plenamente conformados, por lo cual fueron parte fundamental en la estrategia de la legitimación del grupo gobernante. En cerámica y en estelas se plasmaron inscripciones jeroglíficas –con frecuencia acompañadas de elocuentes representaciones gráficas–, que dan cuenta, entre otros, de temas como ceremonias propiciatorias, entronizaciones y celebraciones de triunfos militares sobre otros centros. Las batallas que se libraban con estos lugares tenían como propósitos, entre otros, la glorificación personal del grupo gobernante, el sometimiento o eliminación de rivales y la obtención de víctimas para el sacrificio.
Se ha discutido mucho acerca de si había numerosas organizaciones políticas pequeñas e independientes o si sólo se trataba de unos cuantos centros importantes que crearon estados regionales y dominaban a los demás. Es probable que la situación política fuera inestable. Las unidades básicas eran pequeñas formas de gobierno sobre las que grandes centros, como Calakmul y Tikal, establecieron hegemonías frágiles y cambiantes. En cualquier caso, ningún centro maya dominó toda la región durante mucho tiempo.



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 DISCO DE 
CHINKULTIC, CHIAPAS 

 Foto: Jorge Pérez de Lara / Raíces

Marcador del juego de pelota. Chinkultic, Chiapas. Clásico Temprano. MNA





Disco de Chinkultic, Chiapas
Esta pieza de piedra es en realidad un marcador que se colocaba en medio de la cancha del juego de pelota para dividir el terreno de juego y sirvió al mismo tiempo para consagrarlo. Por el tamaño de la pelota se cree que era un tipo de juego en el que sólo era necesario mantener en movimiento la esfera, con lo que se imitaba el movimiento del Sol. Las inscripciones glíficas que están enfrente y en el brazo izquierdo del personaje lo identifican como rey de Chinkultic. La banda de glifos en la circunferencia indica la fecha 17 de mayo de 591 d.C. Se ve, en el centro de la pelota, una cabeza que rememora a la de Hunajpu, uno de los héroes gemelos de la mitología maya, cuando los dioses del inframundo jugaron a la pelota con ella. Su hermano Xb’alanke, el otro héroe gemelo, astutamente colocó de nuevo la cabeza de su hermano decapitado en su cuerpo y así derrotaron a los dioses del inframundo.
Basado en Grube, 2011



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domingo, 1 de abril de 2012

How did the Maya feed the Multitudes?




How did the Maya feed the Multitudes?

Sponsored by Archaeological Institute of America

AIA Society Event: Cincinnati

Thursday, April 5, 2012 - 6:00pm

Lecturer: Payson Sheets


Beginning in the 1840s, and extending for over a century, scholars believed that the ancient Maya lived in dispersed households, with low regional population densities. Thus they could easily have fed themselves with shifting (swidden) agriculture focusing on maize, beans, and squash. The prominence of maize in art and in creation beliefs (e.g. Popol Vuh) reinforced this view. However, settlement surveys during the past six decades have found exceptionally dense housemounds, interpreted as very dense populations, in the hundreds of people per square kilometer. Archaeologists have discovered some large-scale agricultural features that must have increased productivity, such as terraces and wetland reclamation raised fields. Microscopic remains of cultigens have been found, but what has eluded scholars are the details of cultivation. We wish to know what was cultivated, where, how, and with what productivity per unit area.

The exceptional preservation of the ancient Ceren village and its environs provides us an unusually clear window into past agriculture. That is because the eruption of Loma Caldera volcano, at about AD 600, buried the landscape under many meters of volcanic ash. We recently discovered intensive agricultural fields some 150 meters south of the village where manioc, a root crop, was grown. Land use lines radiated from the village that divided individual farmer’s plots. Manioc was not just an occasional kitchen garden plant, but it was a staple at Ceren, and perhaps at other Maya settlements. The tubers are high in carbohydrates, and the leaves are high in protein. Manioc may have helped feed the Maya multitudes.


Location:
118 University of Cincinnati Law School
Cincinnati, OH
United States